Música infravalorada
Compositores de Bestiario y Blasfemous: «El fan del videojuego respeta más la música que el del cine»
«Salvo que estés trabajando para un estudio y tengas un sueldo fijo, es bastante difícil vivir de la música en videojuegos.»
El papel de la música en los videojuegos a menudo se subestima, pero impacta profundamente la experiencia de juego, elevándola a nuevas alturas. Desde las inquietantes melodías de Hollow Knight de Christopher Larkin hasta las conmovedoras melodías de Journey compuestas por Austin Wintory, las bandas sonoras de videojuegos tienen el poder de sumergir a los jugadores en mundos cautivadores. Sin embargo, la elaboración de estas composiciones memorables no es una tarea fácil, como lo revelan los profesionales de la industria.
En una reciente entrevista con Carlos Viola y el dúo Enoc Benítez y Carlos Romero, reconocidos compositores de la escena del juego en España, 3DJuegos ahondó en las complejidades y desafíos de crear bandas sonoras de videojuegos. Viola, conocido por su trabajo en Blasphemous, y Benítez y Romero, actualmente trabajando en Bestiario y Farlands, compartieron ideas sobre su proceso creativo y los obstáculos que enfrentan en la industria.
La colaboración y la comunicación son esenciales para componer la banda sonora de un juego, ya que los compositores deben alinear su visión con la de los creadores del juego. Esto implica comprender los elementos narrativos y temáticos del juego para crear música que complemente la experiencia general. Benítez enfatizó la importancia de establecer una identidad musical única para cada proyecto, alejándose de composiciones genéricas o derivadas.
Producir una banda sonora distintiva requiere tiempo y dedicación, con un proceso creativo que va de 10 horas a un mes, dependiendo de la complejidad del proyecto. A pesar de su pasión por la música, muchos compositores luchan por ganarse la vida únicamente a partir de la composición de videojuegos. Benítez destacó los desafíos que enfrentan los músicos en España, donde el reconocimiento y el apoyo financiero de la industria son limitados en comparación con países como Estados Unidos.
Superar estos obstáculos requiere perseverancia e inversión en autopromoción, ya que los compositores emergentes se esfuerzan por establecerse en un campo competitivo. A pesar de las dificultades, el aprecio por la música de videojuegos entre los jugadores sirve como una fuente de motivación para los compositores, reforzando la importancia de su papel en la configuración de la experiencia de juego.
En última instancia, el viaje de un compositor de videojuegos está lleno de desafíos técnicos y creativos, pero la satisfacción de crear música que resuene con los jugadores hace que todo valga la pena. Como bien dijo Carlos Viola, «Animo a que la gente siga considerando a los músicos como parte importante del equipo, ya que su trabajo puede beneficiar mucho a todos. […] Que al final somos importantes en el desarrollo y en la experiencia.»
Fuente: 3DJuegos
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