Protesta masiva en Madrid por la defensa de la sanidad pública

Madrid.- La capital de España se convirtió en el epicentro de una poderosa manifestación el domingo pasado, donde miles de personas se congregaron para alzar su voz en defensa de la sanidad pública y expresar su rechazo hacia las políticas que, según ellos, están llevando a su "destrucción". En el centro de esta crítica se encuentra el gobierno conservador de la región de Madrid, acusado de desatender este servicio vital.

Los números difieren, como suele suceder en este tipo de eventos: las autoridades informaron de alrededor de 18.000 participantes, mientras que los organizadores, la plataforma de vecinos de barrios y pueblos de Madrid, estimaron una asistencia cercana a las 200.000 personas. Sin embargo, más allá de las cifras, lo que importa es el mensaje contundente que estos manifestantes quisieron transmitir.

Bajo el lema 'Madrid sigue en pie por la sanidad pública', la marcha se desplegó desde varios puntos de la ciudad para converger en la emblemática plaza de Cibeles. Los manifestantes no solo llevaron consigo pancartas, sino también consignas enardecidas en favor de una sanidad pública y universal, exigiendo mayores recursos y la dimisión de la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso.

Al final de la marcha, un manifiesto leído por los organizadores denunció la situación crítica que atraviesa la sanidad pública madrileña, atribuyendo la responsabilidad a las políticas "irresponsables" del gobierno de Díaz Ayuso, caracterizadas por una combinación de privatización y falta de inversión en recursos humanos y materiales.

Entre los motivos que impulsaron a las personas a salir a las calles se encuentran escalofriantes estadísticas: un millón de madrileños en lista de espera para recibir atención sanitaria, la región que menos inversión destina a la sanidad pública por habitante en España, condiciones laborales precarias para los profesionales de la salud y una falta generalizada de personal en todos los niveles asistenciales.

La manifestación no solo contó con la participación ciudadana, sino que también recibió el respaldo de figuras políticas de la izquierda, sindicatos, asociaciones vecinales, entidades sociales e incluso la ministra de Sanidad, Mónica García. Este evento refleja la complejidad del sistema sanitario español, descentralizado en manos de las regiones autónomas pero con una coordinación nacional a cargo del Ministerio de Sanidad, que establece la legislación básica en la materia.

Fuente: Andina

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