Opiniones

Erradicación en el Vraem: La ruptura de los cocaleros y el gobierno de Pedro Castillo

Por Jaime Antezana

El jueves 8 de setiembre, inicio la erradicación de los cultivos ilícitos de coca en dos zonas del norte del Vraem que los cocaleros consideran que son de jurisdicción de la Fepavraem, el gremio cocalero más organizado y radical del Perú. Y, por esa razón, la que encabeza la Confederación Nacional de las Cuencas Cocaleras del Perú (Conpaccp).

Nos referimos a la erradicación de los cultivos de coca en Pampa Hermosa y Pampa Alegre, en Satipo, Junín. ¿Por qué la Fepavraem los consideran que es de su jurisdicción? Ese término surgió en las negociaciones previas a la erradicación de noviembre de 2019. que acabo en un rotundo fracaso: el expresidente Martin Vizcarra ordenó el retiro de los erradicadores y policías que le daban seguridad.

En efecto, en las negociaciones la PCM y Devida, con Rubén Vargas como presidente ejecutivo, reconocen como bases de este gremio a las comunidades del sur, centro y norte del Vraem. Eso quedó firmado en dos actas. Según las actas firmadas, en las bases de la Fepavraem no se erradicarán los cultivos de coca. En suma, le otorgaron jurisdicción sobre esas zonas.

Así, tanto en el papel como en los hechos (el Corah y los policías que le daba seguridad salieron cuando fueron cercados por más de 7 mil cocaleros), la PCM y Devida le entregaron casi todo el Vraem a los cocaleros. Solo quedaron fuera distritos (Mazamari, Río Tambo, Río Negro, etc.), ubicados fuera de lo que se conoce como el Vraem y que tenían -y tienen- poca coca.

El asunto fue más allá del fracaso de la erradicación que no logró ni el 10% de la meta que se propuso: de 700 hectáreas unas 60 hectáreas. Ási.es: la Fepavraem ganó el control sobre las zonas de mayor producción de coca y cocaína con reconocimiento oficial. Las "libero" de la erradicación por un tiempo indefinido.

Rememorar lo que fue la derrota de la erradicación y el triunfo de los cocaleros es necesario para entender por qué dicen que la erradicación ha entrado a comunidades de su jurisdicción. Asimismo, para lo que se viene en Vraem en los días subsiguientes. Y los escenarios que puede desbrozar en el sur.

Por un lado, la legitimidad adquirida producto de acuerdos con las instancias oficiales, los llevará a afirmar que el gobierno de Pedro Castillo está incumpliendo los acuerdos suscritos a fines de octubre de 2019. Acuerdos que fueron cumplidos por el gobierno de transición de Martin Vizcarra.

Y, de otro, que el gobierno de Pedro Castillo adicionalmente los

está traicionando: en la campaña electoral señaló que no iba a erradicar sino, más bien, iba a presentar una ley sobre la coca para su "industrialización". El congresista Guillermo Bermejo quedó encargado de elaborar el proyecto. Y lo presentó.

Eso no es todo. El actual presidente ejecutivo de Devida, Ricardo Soberón, fue al Vraem a reafirmar lo ofrecido por Castillo y propuso un "pacto social con los cocaleros y la implementación de una erradicación voluntaria y gradual que, al año autoerradiquen mil hectáreas. En concreto, cero erradicaciones en el Vraem.

En consecuencia, los cocaleros señalarán el incumpliendo del acta firmada a fines de 2019 y declararán traidores a Castillo y Soberón por incumpliendo de su ofrecimiento electoral y de gobierno. La indignación de los cocaleros y los dirigentes será total. Eso se produce cuando la coca está recuperando su precio.

Han jugado con fuego con ofrecimientos y propuestas demagógicas. Frente a esta situación, del incumplimiento de actas y traición de ofrecimientos y compromisos, es fácil prever lo que se viene de la concentración de cocaleros del 9 de setiembre, convocada por el secretario general de la Fepavraem, Eber Romero: la movilización masiva y un paro indefinido de los productores de coca.

Y si Ricardo Soberón es coherente con su propuesta, renunciará a la Presidencia Ejecutiva de Devida. De lo contrario quedará como incoherente y traidor a la causa de los cocaleros que abrazo hace décadas. Igualmente, lo hará su amigo y asesor, Hugo Cabieses. Es improbable que ellos estén de acuerdo con la erradicación en el Vraem.

El inicio de la erradicación forzosa en el norte del Vraem representa una ruptura de la alianza de los cocaleros y el gobierno de Pedro Castillo. Es una ruptura y el paso a una posición de confrontación de sector que lo apoyó en un 90% desde poco antes de la primera vuelta. Exactamente del mes de marzo de 2021, cuando Castillo era un desconocido.

Realmente, pese a la caída del precio de la coca por un poco más de un año (mayo de 2021 a julio de 2022), un gobierno tan débil e incapaz no tiene la menor idea de lo que puede provocar con la decisión de erradicar los cultivos de coca en el norte del Vraem. Más aún, cuando la coca se está recuperando y es una fuente de subsistencia de más de 30 mil familias.

El escenario que se configure en los siguientes días será, además, la primera confrontación que el gobierno de Pedro Castillo tendrá con uno de los sectores sociales que no solo lo apoyo para su elección como presidente, sino que lo siguió apoyando pese al desmadre de su gestión. Y que creyó en sus ofrecimientos de campaña y de gobierno.

La conjunción de esos factores y los antecedentes de la enorme capacidad de movilización que hizo retroceder a Ollanta Humala, quien paso de anunciar la erradicación de 16 mil hectáreas a crear un programa de reducción voluntaria y gradual, (Provraem) y logró paralizar la erradicación de noviembre de 2019, no ha sido mensurada por el gobierno de Castillo.

Veamos lo que puede pasar. Si en el sur, y el Vraem se ubica en esa área, Castillo mantenía un considerable nivel de apoyo, las protestas sociales que los cocaleros del Vraem desplegarán contra su exaliado Castillo puede desencadenar una protesta mayor. Por un lado, de las cuencas cocaleras agrupadas en la Conpaccp y de otro, de otros sectores desencantados por la demagogia.

La configuración de esos escenarios puede lograr la renuncia o favorecer la vacancia/golpe de Castillo. Hasta la fecha, no ha habido movilizaciones de ese tipo contra su gobierno que puedan tener un "efecto dominó" en el sur andino y la selva central. Las derechas mafiosas y golpistas han y son incapaces de movilizar a amplios sectores.

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