Opiniones
Los dibujos que “desdibujan” el mensaje en televisión
Por Armando Avalos
Hoy no solo es importante dar un mensaje sino que éste debe ser entretenido. Captar la atención del televidente es el oro de las comunicaciones en estos tiempos donde la sobre información bombardea a las personas por todos los frentes. En ese intento, muchos editores y productores utilizan los dibujos animados como una forma “más efectiva” de llegar a la gente, captar su atención y asegurar que no cambie de canal. Pero en muchos casos, usan dibujos que más que animar, “desaniman” inconscientemente a las personas y “desdibujan” completamente el mensaje que se desea dar
A continuación conozca algunos datos que da la ciencia sobre cómo un detalle mal colocado o ausente en un dibujo animado, puede despertar en el televidente rechazo. En este caso, se moviliza el subconsciente, el aspecto más importante del cerebro y responsable real de la mayor cantidad de decisiones que tomamos, entre ellas, el dejar de ver o enamorarnos de un programa de televisión.
En el dibujo que encabeza este artículo, vemos una captura de pantalla de un spot que busca “alentar” a las personas a respetar las medidas de bioseguridad por la covid-19 y pide a la gente “confiar” en el personal encargado de cuidar de su salud.
Pero el dibujo tiene elementos que dan una percepción terrible de ocultamiento. ¡No tiene rostro! El editor que lo diseñó le habrá parecido “intrascendente” colocar los ojos, boca, nariz y otros detalles básicos en un rostro humano. Gravísimo error si es que su deseo es “comunicar confianza” en el espectador.
Cuando en una figura o dibujo, la persona omite poner ojos, es sin duda un signo de ocultamiento. Para el reconocido psicólogo peruano Juan Kaneko, el no colocar ojos simboliza que la persona “rechaza enfrentarse a los problemas, refugiándose en sus fantasías. Escaso interés por el contacto social que lo empuja a aislarse y desvincularse del ambiente laboral. Dificultad para analizar los hechos de manera objetiva. No reconoce sus errores”.
El riesgo que se corre al no colocar rasgos en las animaciones que se difunden en los medios audiovisuales es alto porque para el ser humano, el rostro es el indicativo comunicacional más importante cuando nos relacionamos con otras personas. Lo llevamos en nuestro ADN evolutivo, es lo primero que vemos para saber si debemos confiar o desconfiar de la otra persona.
Por ejemplo, el no colocar boca en los dibujos lo realizan aquellas personas que tienen incapacidad y/o rechazo a comunicarse con los demás. Es un signo de retraimiento y de suma resistencia al cambio.
En el segundo dibujo, una captura de pantalla de otro spot que fomenta el dialogo en partidos políticos, si es más amigable y tiene muchos aspectos positivos como el hecho que los personajes están con los brazos abiertos (señal de querer comunicarse y apertura al diálogo), pero también hay detalles que para la grafología podrían dar un mensaje no deseado al espectador.
Uno de ellos es que los personajes del dibujo en vez de tener ojos se les colocaron puntos negros para hacer las veces de ojos.
Para los psicólogos, las personas que dibujan los ojos en forma de puntos tienden a tener una actitud crítica hacia el entorno y simboliza también desconfianza. Para reforzar un poco más el simbolismo que tienen las personas con las figuras de los ojos, podemos citar a Roberto Álvarez del Blanco quien precisa, que, en recientes investigaciones de la neurociencia, se ha hallado que las personas al ver ojos grandes lo perciben y asocian a simpatía, extraversión y empatía. De otro lado, cuando el cerebro ve un rostro de apariencia infantil lo asocia inmediatamente a honestidad, afecto, candidez y amabilidad.
En el dibujo que ponemos de ejemplo, si bien los personajes fueron diseñados con gestos de manos que expresan confianza, la “mirada” de los ojos hechos en forma de puntos simbolizan y suelen ser asociados para la mente como un signo de desconfianza y actitud crítica.
Cuando una persona ve estas “incoherencias” en el mensaje, no lo analizará conscientemente, sino que solo “sentirá” un instintivo rechazo y preferirá no seguir viendo o centrar su atención en otra cosa. El cerebro aborrece enfocar su atención en algo que no es coherente.
El mensaje es claro, es recomendable usar dibujos para hacer más entretenido los contenidos audiovisuales y la gente se enganche rápidamente con ellos, pero a la vez, es recomendable seguir los consejos que nos da la psicología de la escritura para que estos dibujos no “desdibujen” lo que queremos decir y lo peor, se conviertan como Chuky el juguete diabólico, en nuestra peor pesadilla.
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