Opiniones
Las sabias palabras de un “Lobo Feroz”
Por Armando Avalos
“Por favor me sirve un plato de soplaré, soplaré y tu casa derribaré” le dije al mozo de la chicharronerìa “El Lobo Feroz” en Villa María del Triunfo en Lima y les soy sincero que me sentí extraño por el nombre del platillo. En segundos me trajeron un cuarto de chicharrón, 4 panes, un tamal chinchano y mi café. Pedí la clave del Wifi y el mozo muy atento me dijo que la clave era: AUUUUUUU.
Todo un preámbulo ambientado al famoso cuento de “Caperucita Roja y el Lobo Feroz” y también la carta de presentación de un hombre que nos deja la lección que en la vida para avanzar y lograr el éxito, siempre hay que dar más de lo que esperan de nosotros. Roger Tello, es el dueño de esta singular chicharronería donde la filosofía de vida de este empresario peruano se respira en cada una de sus paredes con frases motivadoras.
Roger ha pegado en las paredes de su local frases como estas: “Cumplir años es obligatorio y ser viejo es opcional” o “No tengo 40, tengo 18 con 22 años de experiencia”. Una carcajada le brotó a Roger luego de leer estas frases y como él mismo dice, la edad es un estado mental. Una forma de vida, ya que hay personas que en su DNI puede figurar con 18 años pero son ancianos de corazón.
“El cuerpo es prestado pero la actitud es tuya. La vida es lo único que tenemos y hay que disfrutarla y luchar siempre. No derrumbarse”, me decía mientras con el dedo me mostraba otras de sus frases favoritas dibujadas en un cartel: “Es mejor vivir con un te acuerdas que con un ¿te imaginas?”.
“Mucha gente espera eternamente tomar decisiones. Suelen decir ya habrá momentos para viajar, para hacer tal proyecto, para vivir. Cuando se dan cuenta el tiempo ya pasó y no hay marcha atrás”, comenta Roger Tello.
Junto a su familia, ha sacado a flote su negocio “El Lobo Feroz” donde los únicos que no quieren ir son los tres chanchitos.
“El Lobo se cansó de soplar y prefirió abrir su propia chicharronerìa, jajaja”, me comentaba con una enorme sonrisa Roger, quien sostiene que una de las claves de su éxito ha sido dar siempre más de lo que le piden en todo en la vida.
Con la carta del menú en mano me explicaba que todos sus platillos están relacionados al cuento de Caperucita Roja y el Lobo Feroz, como por ejemplo hay un plato llamado “Casita de paja”, otro titulado “Casita de madera” y otro “casita de ladrillos”. Este último plato, afirma, es la más contundente y “difícil de demoler”.
“Cuando un comensal se le acaba el café, le damos gratis más café y si se le acaba las salsas, igual le repetimos la porción”, me explicaba Roger Tello quien incluso hace ocasionalmente promociones de un desayuno gratuito a quien llegue a su local disfrazado de Caperucita Roja o Lobo Feroz.
El amor a lo que hace y a sus clientes, lo ha llevado no solo a poner frases inspiradoras para que las personas salgan felices, sino que en su local les coloca música relajante y motivacional “para que se vayan con una sonrisa”, acota.
“Creo que cuanto tú entregas todo de ti, eso lo siente la gente. Yo les digo a mis trabajadores que sirvan cada plato como si se lo sirvieran a su madre o a su hijo. No solo por cumplir sino con cariño. Y cuando comprenden que esa filosofía la pueden aplicar en todo lo que hacen, aprenden a ser más felices”, me decía Roger al despedirnos y teniendo a su lado, una de las frases que escribió para sus comensales y que parece retratarlo: “No pidas permiso, las alas son tuyas y el mundo es de nadie”.
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