Con esperanza y entre abrazos peruanos reciben la llegada del año 2022

Lima.- Pese a las inevitables restricciones y los sinsabores que deja, otra vez, la pandemia de la covid-19, los peruanos celebran la llegada del 2022 con entusiasmo y esperanzados en que el nuevo año signifique más salud, unión y mejoras económicas.

Prendas amarillas y cábalas como la ingesta de las 12 uvas, una por mes, y muñecos para quemar, con rostros de personajes populares, caracterizan esta celebración que, a diferencia de la Navidad, suele ser más festiva y bulliciosa.

Para la gran mayoría de peruanos el Año Nuevo 2022 viene lleno de retos y proyectos personales y, pese a la amenaza de la variante ómicron, el gran deseo es regresar a las actividades que se dejaron atrás con la pandemia, como el retorno a las clases de los escolares.

Al igual que el año pasado, el recibimiento del 2022 ocurre en medio de restricciones, como el toque de queda que empezó a las 11 p.m. y concluirá a las 4 a.m. de hoy, lo que ha impedido las clásicas reuniones familiares.

No obstante, el ánimo no se derrumba. Los abrazos y buenos deseos han precedido a la cena preparada en casa con la presencia de las personas que habitan un mismo hogar. Nuevamente el pavo, el lechón, el pollo o el cerdo han sido las estrellas de la mesa.

Costumbres

Uno de los ingredientes principales del Año Nuevo son las cábalas que la gente suele practicar para atraer no solo salud, dinero y amor sino tranquilidad y esperanza.

La bolsita de lentejas en los bolsillos, la vuelta a la cuadra con una maleta en la mano, la figura del elefante con la trompa hacia arriba, las prendas amarillas o rojas, la ingesta de uvas son algunas de las cábalas más conocidas y practicadas entre nosotros.

En Año Nuevo no solo revientan cohetes de todos los colores y sonidos sino que muchos "queman" a personajes de la escena pública como una manera de "castigarlos" por su desempeño a lo largo del 2021.

1 de enero sin playa

Al igual que el año pasado y a pesar de ser verano, el recibimiento del 2022 será sin playas, una medida que tiene como objetivo prevenir las aglomeraciones y reducir el riesgo de contagio de la covid-19, a diferencia de lo que ocurrió en Navidad.

“Se establece que los días 31 de diciembre y 1 de enero no se usarán las zonas de playas ni piscinas. El resto de días se podrá usar controlando el aforo y cumpliendo las medidas de prevención. El acatamiento de esta disposición corresponde a las fuerzas del orden y gobiernos locales”, ha señalado el ministro de Salud, Hernando Cevallos.

A partir del 2 de enero de 2022, el uso de playas estará permitido, pero se exigirá el cumplimiento de las medidas de prevención como el uso de doble mascarilla o una KN95, respetar el distanciamiento social y no se podrá consumir bebidas alcohólicas ni alimentos.

En el 2021, el mundo se ha visto arrastrado por un vaivén de confinamientos y restricciones en función de la evolución de la pandemia y actualmente la variante ómicron ha provocado un auge de contagios nunca visto. Y aunque en el Perú aún se cuentan 116 casos, se espera que el avance de la vacunación contra la covid-19 siga firme para que el impacto sea menor y no genere cambios traumáticos.