Hallazgo inesperado
Tiburón megaboca varado en Piura fue fileteado por pobladores
Tiburón megaboca aparece en playa de Piura y pobladores lo filetean

Fuente: Difusión
Piura. -En la playa de Negritos, en la provincia de Talara (región Piura), apareció varado un ejemplar de tiburón megaboca especie sumamente rara y poco conocida, lo que generó sorpresa entre habitantes y especialistas marinos.
En vez de proteger al animal y alertar a autoridades o científicos, varias personas corrieron hacia él con cuchillos y comenzaron a filetearlo, llevándose pedazos de carne y partes del cuerpo sin control ni supervisión.
El tiburón megaboca con nombre científico Megachasma pelagios es considerado una de las especies de escualos más raras del planeta. Desde su descubrimiento en 1976, se han reportado muy pocos avistamientos a nivel mundial. Su biología es poco conocida, lo que convierte cada avistamiento en una oportunidad valiosa para la ciencia.
Especialistas y observadores denunciaron la ausencia de protocolos de respuesta ante hallazgos de fauna marina varada, así como la falta de presencia inmediata de autoridades ambientales o de salud, lo que permitió que el animal fuera depredado sin restricciones.
El fotógrafo que documentó el hecho, Moisés Prieto Álvarez, criticó duramente la actitud de los pobladores y la falta de educación ambiental: “Nos encanta hablar de playas limpias, turismo, ecosistemas saludables pero cuando aparece un animal único, responden con ignorancia, burla y desinformación”, expresó en redes sociales.
Además del valor científico, el consumo de la carne del tiburón representa un riesgo sanitario. Organismos especializados advierten que consumir animales varados sin saber su causa de muerte puede exponer a la población a toxinas, contaminación o enfermedades marinas.
Este caso ha desatado un debate urgente sobre la necesidad de fortalecer las políticas de protección de fauna marina en el Perú, incluir protocolos claros para el manejo de varamientos y promover educación ambiental en las comunidades costeras. Muchos coinciden en que estos eventos deben servir para fomentar la conservación, no el oportunismo.
Por ahora, el ejemplar ha sido irreversiblemente perdido para la comunidad científica: las partes importantes fueron removidas sin que se pudiera tomar muestras para su estudio. Este hecho pone en evidencia las debilidades institucionales para responder ante hallazgos de valor biológico, y la urgencia de capacitar a la población en torno al respeto a la vida marina.
En definitiva, lo ocurrido en Negritos no debería repetirse. El hallazgo de un tiburón megaboca era una oportunidad de conocimiento, investigación y conservación. En cambio, se transformó en una escena de descuido, ignorancia y destrucción de biodiversidad. Que este episodio sirva como alarma para fortalecer la protección de nuestro mar y sus habitantes.
Fuente: RPP
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