San Juan de Lurigancho.- La violencia no da tregua en San Juan de Lurigancho, donde sujetos armados atacaron este martes a mototaxistas de la empresa Etsacesa, dejando tres heridos en las piernas.
El ataque se produjo en la intersección de las avenidas Los Tusilagos y Próceres de la Independencia, cerca del parque zonal Huiracocha, en lo que se presume es un nuevo caso de extorsión en el distrito más poblado de Lima.
Un dirigente de Etsacesa reveló que desde el año pasado la empresa ha sido blanco de extorsionadores que exigían 50 mil soles a cambio de permitirles operar sin amenazas.
“Nos pidieron ese dinero bajo la advertencia de que, si no pagábamos, atentarían contra nuestras familias. Con el apoyo de la Subprefectura de San Juan de Lurigancho, presentamos la denuncia a la Policía Nacional, pero solo nos preguntan si seguimos recibiendo amenazas, sin tomar acciones concretas”, denunció el representante.
La Policía Nacional del Perú (PNP) ha iniciado investigaciones y analiza las imágenes de cámaras de seguridad cercanas para identificar a los agresores.
Los vecinos han expresado su preocupación por la escalada de violencia en la zona, exigiendo mayor presencia policial y medidas efectivas para frenar la inseguridad.
Horas antes, otro hecho sangriento conmocionó al distrito: un hombre fue asesinado a tiros en el pasaje Ayaviri, cerca del paradero 5 de Huáscar.
La víctima, cuya identidad aún no ha sido confirmada, fue interceptada por desconocidos que lo acribillaron junto al nido Las Semillitas, un crimen cometido a plena luz del día.
Fuentes policiales informaron que el cuerpo presentaba cuatro impactos de bala, todos dirigidos a la cabeza, un signo característico de ejecuciones vinculadas al crimen organizado.
Agentes de la PNP acordonaron la escena para realizar las pericias correspondientes.
Estos incidentes ponen de relieve el grave problema de inseguridad que enfrenta San Juan de Lurigancho, donde el control de mafias de extorsión y asesinatos a plena luz del día han sembrado temor entre los ciudadanos.
La población exige respuestas inmediatas y acciones contundentes para restablecer la paz en las calles del distrito.
Los continuos actos delictivos también han generado cuestionamientos sobre la efectividad del estado de emergencia, decretado meses atrás para combatir el crimen.
Según algunos vecinos, la medida ha tenido un impacto limitado, mientras que otros señalan la necesidad de reforzar la fiscalización y dotar de mayores recursos a las fuerzas del orden para enfrentar a las organizaciones criminales.
La PNP y el Ministerio del Interior mantienen abiertas varias líneas de investigación para desarticular estas redes delictivas, mientras el distrito vive bajo la sombra de la violencia que ha convertido las calles en escenarios de peligro constante.