LIma.- La violencia continúa afectando a Lima pese al estado de emergencia decretado por el Gobierno.
Ayer jueves, la capital registró uno de sus días más trágicos, con ocho asesinatos en varios distritos, una cifra que intensifica la preocupación ciudadana y cuestiona la efectividad de las medidas impuestas para frenar la delincuencia y extorsión en el país.
Los crímenes comenzaron en Ate, uno de los distritos bajo emergencia. Durante la madrugada, se halló el cadáver de un hombre, de entre 20 y 25 años, con dos impactos de bala en la avenida Nicolás Ayllón.
Horas después, se reportó un triple homicidio en Huaycán, donde una mujer y sus dos hijos fueron asesinados en su vivienda, ubicada en la zona Z de la asociación Cerrito La Libertad. El crimen fue presenciado por dos menores, hijas de la víctima.
Más tarde, dos hombres fueron asesinados en una cevichería en la avenida Metropolitana, zona de Ceres, Ate.
Ángel Ramos Ureta y Juan Carlos Ricaldi Blanco fueron atacados cuando almorzaban en el local. Javier Ávalos, gerente de Seguridad Ciudadana de Ate, explicó que dos sujetos llegaron en motos lineales, ingresaron al establecimiento y dispararon contra las víctimas. Ricaldi fue trasladado al hospital, pero falleció a causa de sus heridas.
Villa María del Triunfo fue otro escenario de violencia. Dos personas fueron atacadas a balazos en su automóvil, en el cruce de los jirones Manco Inca y Sinchi Roca.
Uno de ellos murió en el acto, mientras que su acompañante, Bernardo Jhonatan Polo Reyes, fue llevado al hospital María Auxiliadora. Testigos indicaron que se escucharon al menos cuatro disparos durante el ataque.
En San Juan de Miraflores, Jin Kelly Paico Gordillo, de 47 años, fue baleado en un presunto intento de robo.
La víctima recibió tres impactos de bala y fue trasladada por sus familiares a una clínica local, pero falleció en el trayecto. El ataque ocurrió frente a una vivienda en el asentamiento humano Trébol Azul.
Estos actos de violencia coincidieron con protestas masivas. Transportistas, comerciantes y trabajadores de construcción civil salieron a las calles de Lima, Callao y otras regiones del país para exigir medidas concretas contra las extorsiones y asesinatos cometidos por grupos criminales.
La protesta de este jueves incluyó a trabajadores de construcción civil, quienes han sido objeto de amenazas y homicidios, lo que ha intensificado sus demandas al Ejecutivo para detener la inseguridad.
La presidenta Dina Boluarte decretó el estado de emergencia en 14 de los 43 distritos de Lima desde septiembre, una medida que autoriza la intervención de las Fuerzas Armadas y permite restringir derechos básicos en aras de la seguridad pública.
Sin embargo, los asesinatos y crímenes violentos siguen ocurriendo, lo que lleva a muchos ciudadanos a cuestionar la efectividad de las acciones gubernamentales.
Las autoridades enfrentan el desafío de restaurar la seguridad en una ciudad donde la violencia sigue latente.
Mientras tanto, la ciudadanía exige respuestas claras y efectivas para contener esta ola de criminalidad que continúa golpeando a la capital peruana y otras regiones del país.