¿Qué se sabe hasta ahora?
Preocupación por la propagación de la variante EG.5 del COVID-19 en 51 países
La cepa se ha convertido en la dominante en múltiples naciones, generando alertas sobre su rápida expansión y posibles factores favorecedores.
La variante del coronavirus denominada EG.5 o Eris emergió en febrero y ha desencadenado preocupación a nivel global al propagarse en al menos 51 países, generando alertas sanitarias en las naciones afectadas. Actualmente, se ha convertido en la variante dominante en países como el Reino Unido, España, Portugal, Estados Unidos, China, Corea del Sur y Australia, lo que ha encendido las alarmas en la comunidad científica y de salud pública.
En Europa, los datos reflejan que alrededor de 1 de cada 7 casos de COVID-19 corresponde a la variante EG.5, y se especula que las olas de calor podrían estar contribuyendo a su rápida propagación. En este contexto, las autoridades resaltan que las altas temperaturas motivan a personas con síntomas leves a frecuentar lugares concurridos, muchos de los cuales utilizan sistemas de aire acondicionado, facilitando la transmisión del virus a mayor velocidad.
Los síntomas asociados a esta nueva variante del virus continúan siendo consistentes con las variantes previas, incluyendo dolor de garganta, tos, estornudos, congestión nasal, voz ronca, dolores musculares, dolor de cabeza y pérdida de olfato. Mientras tanto, Estados Unidos ha experimentado un aumento significativo en las hospitalizaciones en las últimas semanas, aunque la cifra de defunciones se mantiene relativamente baja gracias a la implementación exitosa de campañas de vacunación.
Ante esta situación, las autoridades sanitarias enfatizan la importancia de mantener la vacunación al día y de aplicar las lecciones aprendidas durante la pandemia. Recomiendan la ventilación adecuada de espacios cerrados y el uso de mascarillas en caso de presentar síntomas o sospechas de contagio. La cooperación entre la comunidad y las medidas preventivas sigue siendo crucial para contener la propagación de esta variante y minimizar su impacto en la salud pública.
A medida que la variante EG.5 del COVID-19 continúa propagándose en diversas partes del mundo, los esfuerzos conjuntos de gobiernos, autoridades de salud y la sociedad en general son fundamentales para enfrentar este nuevo desafío epidemiológico y preservar la seguridad y bienestar de las poblaciones afectadas.
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