Sociedad

Cholo Soy

“Déjame en la puna vivir a mis anchas, trepar por los cerros detrás de mis cabras, arando la tierra, tejiendo unos ponchos, pastando mis llamas”

El tema “Cholo Soy” fue interpretado por Luis Abanto Morales y muestra la belleza y lo estético que puede ser componer una canción con tan sensible letra, representando por generaciones las voces de muchos peruanos incluso llegando a ser como un himno por el peruano y con el agrado de oírlo una y otra vez. Es una maravilla de canción. Esta es semejante a una catarsis del autor y el intérprete cumpliendo así su objetivo. Para beneplácito del lector, la letra: 

Cholo soy y no me compadezcas. Que esas son monedas que no valen nada y que dan los blancos como quien da plata. Nosotros los cholos no pedimos nada pues faltando todo, todo nos alcanza. Déjame en la puna, vivir a mis anchas trepar por los cerros detrás de mis cabras, arando la tierra, tejiendo los ponchos, pastando mis llamas y echar a los vientos la voz de mi quena. Dices que soy triste, ¿Qué quieres que haga? No dicen ustedes que el cholo es sin alma
y que es como piedra, sin voz, sin palabra y llora por dentro, sin mostrar las lágrimas. Acaso no fueron los blancos venidos de España que nos dieron muerte por oro y por plata. No hubo un tal Pizarro que mató a Atahualpa tras muchas promesas, bonitas y falsas ¿Entonces qué quieres, ¿qué quieres que haga? Que me ponga alegre como día de fiesta mientras mis hermanos doblan las espaldas por cuatro centavos que el patrón les paga. Quieres que me ría, mientras mis hermanos son bestias de carga llevando riquezas que otros se guardan. Quieres que la risa me ensanche la cara, mientras mis hermanos viven en las montañas como topos escarba y escarba, mientras se enriquecen los que no trabajan. Quieres que me alegre, mientras mis hermanas van a casas de ricos lo mismo que esclavas. Cholo soy y no me compadezcas... Déjame tranquilo, que aquí la montaña me ofrece sus piedras, acaso más blandas que esas condolencias que tú me regalas. Cholo soy...y no me compadezcas. (Abanto, 1973).

En este mes se recuerda el día del indio o campesino. Por tal motivo, resulta preciso el tema interpretado por Luis Abanto Morales. Aunque valgan verdades, la letra pertenece a un poema del argentino Boris Alejandro Elkin, el cual Luis Abanto adapto y musicalizo dándole la melodía que se conoce para su inmortalidad. Dada esta aclaración, desde 1973 que se escucha esta canción, y, al oírla, se recuerda momentos en el que el país vivió una época de esclavitud, maltrato, y discriminación junto con el prejuicio por la piel y el habla.                     Hoy, por supuesto, todo es diferente. En la historia se ha visto casos de genocidio por esos temas con la llamada “raza superior” y la hegemonía de un país, la conocida “supervivencia del más apto”, el Apartheid, las Castas, entre otros. Estas son formas de pensar que corroen al individuo mermando poco a poco el sentido común y floreciendo la irracionalidad o, como diría el Dr. Denegri, “La estupidez humana”.

Aunque aún la sociedad no se ha librado de estos sentimientos en su totalidad (al parecer, porque permanece en ella implícitamente y sale a la luz cuando surge el momento de hacerlo), se puede ver la tolerancia y la valoración, en modo general, a las diferentes culturas, etnias, pueblos, lenguas y naciones, algo que antes, como indica la canción, no sucedía. No obstante, note lo que dijo un dramaturgo y cronista en El Comercio: “No hay nada mas que le guste al público común y corriente que juzgar, le fascina ser parte del jurado” (Adrianzén, 2022, p.4). En contraposición, compare esta declaración “No juzguéis para que no seáis juzgado. Porque con el juicio con que juzgáis seréis juzgados, y con la medida con que medís, os serás medido”, “Has a otros lo que te gustaría que te hagan a ti” (Jesús). Tratar a otros como nos gustaría que nos traten a nosotros es lo ideal, sería “Un mundo ideal” (Ricardo Montaner) pues, al juzgar, emitimos un juicio. Asimismo, el prejuicio es un juicio emitido antes de conocer algo o a alguien. La discriminación por su parte separa o hace diferente a algo o alguien, y generalmente el que discrimina se siente superior a la persona que discrimina (separa o diferencia); bien dice una canción: “Discriminar, eso no está nada bien ante los ojos de Dios todos somos iguales”. Pero a pesar de tener claro el concepto “le gusta al público común y corriente juzgar, le fascina”.

En conclusión, se podría vivir en un mundo más justo, sin discriminaciones, injusticias y prejuicios; evitando guerras y conflictos inútiles junto con los sufrimientos que la acompañan; si hacemos eco de la respuesta a la pregunta “¿Que sueña hoy Mario Moreno “Cantinflas”? ”, “Mario Moreno “Cantinflas”, sueña con un mundo más humanizado donde podamos vivir en paz y con tranquilidad donde podamos vivir todos los seres del mundo, en otras palabras, yo quiero para todos un mundo menos redondo y más humano y justo”. Sí, trate a los demás como le gustaría que lo traten a usted.

REFERENCIA:

Adrianzén, E. (29 de mayo del 2022). Cuando las estrellas toman los tribunales. El Comercio, p.4.

Martín Cabana


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