Crisis de seguridad en Sinaloa

Sheinbaum enfrenta reto con guerra entre facciones criminales

Nuevo gobierno deberá lidiar con violencia del Cártel de Sinaloa.

México.- La nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, asumió su mandato el 1 de octubre en medio de una creciente crisis de seguridad.

Su primer desafío será enfrentar la sangrienta guerra entre dos facciones del Cártel de Sinaloa: Los Chapitos y el grupo liderado por Ismael "El Mayo" Zambada.

Esta situación ha generado una ola de violencia en el estado de Sinaloa, especialmente en Culiacán, donde las actividades diarias y económicas se han visto gravemente afectadas.

El asesinato del exdiputado del PRI y líder ganadero, Faustino Hernández, compadre de El Mayo Zambada, horas antes de la toma de posesión de Sheinbaum, evidenció el grado de penetración del crimen organizado en la política.

Hernández, quien apoyó la campaña de Sheinbaum por invitación del gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, fue abatido en plena luz del día. Este crimen ha sido parte de una escalada de violencia que desde el 9 de septiembre ha dejado más de 145 muertos y 148 desaparecidos en la región.

La guerra entre las facciones del Cártel de Sinaloa no solo ha generado una emergencia de seguridad en Sinaloa, sino que también amenaza con extenderse a otros estados.

La violencia ha obligado a suspender repetidamente las actividades académicas en la capital del estado y otros municipios afectados.

Para Sheinbaum, el desafío es múltiple. Su esposo, Jesús María Tarriba, es originario de Mazatlán, una de las ciudades más golpeadas por la violencia, lo que convierte el problema en algo personal para la presidenta.

Políticamente, también enfrenta un dilema: capturar a los responsables de la violencia podría destapar vínculos entre el Cártel de Sinaloa y miembros de su partido, Morena, que han sido acusados de recibir apoyo del crimen organizado.

En su discurso de toma de protesta ante el Congreso de la Unión, Sheinbaum evitó referirse a la crisis de seguridad.

No mencionó la cifra récord de homicidios ni los feminicidios o desapariciones, lo que generó preocupación en varios sectores de la sociedad.

Durante el sexenio de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se registraron más de 193 mil asesinatos, convirtiendo su gobierno en el más violento de la historia moderna de México.

Sheinbaum ha afirmado que su estrategia de seguridad no incluirá una "guerra contra las drogas", en línea con la política de AMLO de "abrazos, no balazos".

Sin embargo, esa política ha sido duramente criticada por permitir que las facciones criminales fortalezcan su control territorial.

La nueva presidenta tendrá que demostrar que puede regresar la paz a los ciudadanos de Sinaloa y a otros estados afectados.

Parte de su plan de seguridad incluye el fortalecimiento de la Guardia Nacional (GN), que fue transferida al mando de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) bajo la reforma constitucional promulgada recientemente.

Esta medida ha suscitado críticas, ya que la GN, bajo el gobierno de AMLO, no logró reducir la violencia en las zonas más conflictivas.

Además, la designación de Omar García Harfuch como secretario de Seguridad Pública Federal ha despertado dudas debido a su historial y su supuesta conexión con el Cártel de Sinaloa, según informes de colaboradores cercanos del Departamento de Justicia de Estados Unidos.

Sheinbaum enfrentará una presión enorme para tomar medidas decisivas que no solo garanticen la paz en el país, sino que también mantengan la integridad política de su administración y la lucha contra la impunidad.


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