“¿Dime, ¿Porque la gente no sonríe? ¿Porque las armas en las manos? ¿Porque los hombres mal heridos? ¿Porque los niños maltratados? ¿Porque los viejos olvidados? ¿Porque los sueños prohibidos? … ¿Porque los cielos ya no lloran? ¿Porque los ríos ya no cantan? ¿Porque nos has dejados solos? … ¿Porque las manos inactivas? ¿Porque el mendigo de la calle? ¿Porque las bombas radioactivas? Dime”. (José Luis Perales).
Por muchos años(siglos) el hombre se enfrentó a la cuestión del sentido de la vida, el porque tanta injusticia y sufrimiento al verla, o peor aún vivirla, desean la respuesta a la pregunta: ¿Por qué?, inquiriendo de Dios buscando consuelo. La canción “Dime” del cantautor español José Luis Perales fue lanzado en el año 1982 y tiene connotaciones religiosas y es precisamente en este tema donde se describe en forma de preguntas las diferentes aristas del sufrir humano con la interrogante: Por qué. Además, el interlocutor es el mismo Dios. Aquí veremos casos análogos y el final de profunda canción.
Paul Gauguin, pintor francés, pintó un cuadro antes de morir el cual llamaron el “ultimo documento de su vehemencia artística”. En el libro Paul Gauguin 1848-1903-The Primitive Sophisticate indica “El espectro de la actividad humana representado en el lienzo engloba todo el ciclo vital, desde el nacimiento hasta la muerte […]. El pintor se propuso interpretar aquí la vida como un gran misterio”. El cuadro se tituló “¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿Adónde vamos?”. Preguntas que nos suenan familiares ¿verdad?
Albert Einstein dijo: “Quien cree que su vida carece de sentido, no solo es desgraciado, sino casi incapaz de sobrevivir”. Al respecto, un sobreviviente de los campos de concentración en Auschwitz (Alemania) noto: “No hay nada en el mundo capaz de ayudarnos a sobrevivir, aun en las peores condiciones, como el hecho de saber que la vida tiene sentido”. En consecuencia, la gente se propone darle sentido a la vida con metas y objetivos claros, pero, la pronta fatalidad acaece; la desgracia, la injusticia y el sufrimiento: Guerras, desastres naturales, accidentes, enfermedades, ataques delictivos o terroristas y la misma muerte donde inocentes e indefensos son los perjudicados: “! ¿Por qué?!” es la pregunta más difícil de responder en momentos así.
Así pues, siguiendo esta misma línea argumental, el profesor Freeman Dyson señala: “No soy el único que se plantea las mismas preguntas que Job. ¿Por qué sufrimos? ¿Por qué es tan injusto el mundo? ¿Cuál es el sentido del dolor y la tragedia?”. Cabe mencionar que Habacuc (un profeta) pregunto a Dios: “¿Por qué me obligas a ver tanta violencia e injusticia? Por todas partes veo solo pleitos y peleas; por todas partes veo violencia y destrucción”. Verdaderamente las respuestas a preguntas como estas darían verdadero sentido a la vida.
Por lo expuesto, la conclusión de dramática canción es: “Dímelo Dios quiero saber, ¿Dónde se encuentra toda la verdad? ¿Aún queda alguien que tal vez lo sabrá? …pero yo no”.
Escribe: Martín Cabana
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