Fumata blanca sorprende fieles
Cardenales culminan rápido cónclave y eligen nuevo líder pontificio
La rápida decisión de los cardenales concluye con inminente anuncio del nuevo sumo pontífice.
Fumata blanca: Cónclave ágil elige al sucesor de Francisco en histórica jornada vaticana
El Vaticano.- Las campanas de San Pedro repican con fuerza. La esperada fumata blanca se alzó este jueves desde la chimenea de la Capilla Sixtina, indicando que los 133 cardenales reunidos en el Vaticano han alcanzado un acuerdo tras la cuarta votación, eligiendo al nuevo Papa. La Plaza de San Pedro, repleta de fieles y turistas, estalló en vítores y aplausos al confirmarse el humo blanco que simboliza la elección del nuevo pontífice.
El elegido ha reunido 89 votos, superando los dos tercios necesarios según las reglas del Cónclave. La cifra confirma no solo una decisión firme, sino también una unidad destacable entre los purpurados que participaron en el proceso más multicultural de la historia de la Iglesia Católica. Aunque su nombre aún no se ha revelado, el anuncio oficial se realizará en minutos, siguiendo la tradicional fórmula:
“Annuntio vobis gaudium magnum: Habemus Papam!” (¡Os anuncio una gran alegría: tenemos Papa!).
Esta fórmula será pronunciada por el cardenal protodiácono, quien en esta ocasión es Dominique François Joseph Mamberti, de origen francés y con una dilatada trayectoria en el ámbito diplomático del Vaticano y en el Derecho Canónico. Solo en el caso de que Mamberti hubiera sido elegido Papa, otro cardenal asumiría este rol. Como es costumbre, el nuevo Papa aparecerá en el balcón central de la Basílica de San Pedro para dar su primera bendición apostólica urbi et orbi.
Este cónclave ha sido uno de los más breves de los últimos tiempos. En solo dos días y cuatro votaciones, se alcanzó un consenso. Para ponerlo en perspectiva, la elección de Benedicto XVI en 2005 también requirió cuatro votaciones, mientras que la de Francisco en 2013 necesitó cinco. La rapidez en esta elección ha sorprendido tanto a los fieles como a los expertos vaticanistas, quienes auguraban un proceso más prolongado debido a la diversidad geográfica y de pensamiento dentro del Colegio Cardenalicio.
Desde el momento en que aparece la fumata blanca hasta la salida del nuevo Papa al balcón, suele transcurrir entre 45 minutos y una hora. Durante ese lapso, se preparan los ornamentos litúrgicos, se afina el protocolo y se da tiempo para que el pontífice elegido medite el nombre papal que llevará durante su pontificado.
La emoción es palpable en Roma y en todo el mundo católico. La Basílica de San Pedro vibra, y la comunidad espera con fervor conocer quién será el sucesor de Francisco, el Papa reformista que marcó un antes y un después en la historia contemporánea de la Iglesia. Mientras tanto, los fieles mantienen la mirada fija en el balcón, aguardando el anuncio que marcará una nueva etapa para más de mil millones de católicos en el planeta.
Fuente: El País
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