Ate.- La violencia contra los transportistas sigue siendo motivo de preocupación en Lima Metropolitana. En menos de 24 horas, dos ataques a transportistas han puesto en evidencia la creciente inseguridad.
En la madrugada del 22 de noviembre, un conductor de la empresa El Rápido fue asesinado en San Juan de Miraflores. Al día siguiente, un nuevo atentado ocurrió en Ate, donde un bus interprovincial fue atacado a balazos.
El incidente más reciente tuvo lugar en la avenida Nicolás Ayllón, en la entrada de Huaycán de Pariachi, donde un bus de dos pisos, color verde, perteneciente a la empresa Expreso Nacional, fue interceptado por presuntos sicarios.
Los delincuentes abrieron fuego contra el vehículo, dejando un saldo de tres personas heridas, quienes fueron trasladadas de emergencia al Hospital Militar Central Luis Arias Schreiber. Las víctimas, cuyas identidades no se han revelado, permanecen bajo atención médica.
El bus, perforado por múltiples impactos de bala, quedó a un lado de la vía. Hasta el lugar llegaron agentes del Escuadrón Águilas Negras para asegurar la zona, junto con personal de la Fiscalía, quienes iniciaron las investigaciones correspondientes.
Según fuentes policiales, no se descarta que este ataque esté relacionado con el cobro de cupos, una práctica delictiva que afecta al sector transporte.
Es importante recordar que Ate es uno de los 13 distritos declarados en estado de emergencia desde el pasado 27 de septiembre, una medida tomada por el Gobierno ante el aumento de la criminalidad en estas zonas.
Pese a ello, la violencia persiste, dejando a los ciudadanos y transportistas en una constante sensación de inseguridad.
La situación actual plantea un desafío para las autoridades, quienes enfrentan el reto de devolver la seguridad a las calles de Lima.
Este nuevo ataque evidencia la necesidad de fortalecer las acciones conjuntas entre Policía Nacional del Perú, Fiscalía y el Gobierno local para combatir el crimen organizado y proteger a quienes dependen del transporte como sustento diario.
Al cierre de esta nota, no se reportaron fallecidos en el ataque de Ate, pero la preocupación por la creciente violencia sigue latente entre los ciudadanos y transportistas, quienes exigen medidas más efectivas contra el sicariato y el cobro de cupos.