Ate.- El distrito limeño de Ate se vio conmocionado tras el hallazgo del cuerpo sin vida de Edgar Lorenzo Chirinos Álvarez, un estilista de 54 años, dentro de su propio salón de belleza ubicado en la avenida Los Virreyes, en la asociación Fortaleza.
El cadáver, que estaba cubierto con una colcha y ropa debajo de la cama, fue encontrado por familiares del estilista, quienes no sabían nada de él desde el viernes por la noche.
La familia, preocupada por la falta de comunicación y la inusual situación de que el salón no abriera desde el sábado, acudió al local recién en la noche del domingo.
Al llegar, se encontraron con el local cerrado con llave, lo que aumentó sus sospechas. Tras forzar la entrada, descubrieron el cuerpo de Chirinos Álvarez oculto bajo la cama, en lo que parece un intento de esconderlo.
La familia sospecha directamente de la pareja del estilista, quien tenía las llaves del local y, hasta el momento, se encuentra con paradero desconocido.
Además, notaron la desaparición de varias pertenencias de valor, incluyendo un televisor y equipos de trabajo del salón de belleza.
Las autoridades del Depincri de Ate-Vitarte ya han tomado el control de las investigaciones. Los peritos de criminalística encontraron manchas de sangre en las paredes del salón, lo que indica que Chirinos Álvarez podría haber sido víctima de un acto violento.
Sin embargo, hasta el momento no se ha determinado la causa exacta de la muerte.
El caso ha generado gran preocupación entre los vecinos de la zona, quienes conocían al estilista como una persona amable y trabajadora.
La comunidad exige respuestas rápidas y justicia para esclarecer este trágico hecho.
Las investigaciones continúan mientras se espera el resultado de las pericias que determinen las circunstancias exactas de su fallecimiento.
Las autoridades están en la búsqueda de la pareja de Chirinos Álvarez, quien se ha convertido en el principal sospechoso del caso, debido a su repentina desaparición y la posesión de las llaves del local.
Este triste suceso ha puesto en alerta a los habitantes de Ate, quienes temen que la violencia continúe afectando a su comunidad.