Argentina.- Cande Vetrano, conocida por su trayectoria como actriz desde temprana edad en programas televisivos como "Agrandadytos" y series juveniles como "Casi Angeles" y "Super Torpe", está incursionando ahora en el mundo del cine independiente como directora. A sus 32 años, presenta su primer film documental, "Mavita llena eres de gracia", en el BAFICI, un proyecto que surge de manera inesperada a partir de grabaciones caseras de su abuela, Mavita.
La transición de actriz a directora no fue planeada por Vetrano, sino que surgió de manera orgánica al darse cuenta del potencial de las grabaciones que había realizado a lo largo de cinco años. La postproducción se convirtió en un desafío y una oportunidad de aprendizaje, donde descubrió la complejidad del proceso y la necesidad constante de tomar decisiones. A pesar de las dificultades, encontró una fusión de sus intereses artísticos en la dirección, desde lo visual hasta la narrativa.
La idea de convertir las grabaciones de su abuela en un documental nace de la fascinación de Vetrano por el mundo de Mavita, una mujer independiente y peculiar que encuentra en sus objetos y en el humor una forma de lidiar con las tragedias familiares que marcaron su vida. El proceso de filmación profundizó su vínculo con su abuela y la llevó a reflexionar sobre el significado del amor y el humor en la superación de las adversidades.
"Desde que tengo nueve años, Mavita es mi única abuela. Hace cinco años, como un juego, empecé a filmarla en su intimidad. A medida que pasaba el tiempo, Mavita me dejaba conocer más su colección de objetos, sus historias personales, y también fuí conociendola más. Me sumergí en el mundo Mavita e hice de ese mundo esta película". Expresó Vetrano.
Mavita, la protagonista del documental, es retratada como una mujer fuerte e independiente, cuya vida está marcada por la tragedia y la pérdida de su esposo en un accidente aéreo. Su excentricidad y su amor por los objetos se convierten en elementos centrales de su personalidad, llenando el vacío dejado por la tragedia con una colección única y un peculiar sentido del humor.
El apoyo de sus amigas, quienes encontraban entretenimiento en las grabaciones de Mavita, fue un impulso para la realización del documental. Vetrano se inspiró en su pasión por los documentales para llevar adelante el proyecto, aprendiendo sobre producción y edición con un equipo de profesionales que la acompañaron en el proceso.
La experiencia de aprendizaje en la postproducción y edición de la película estuvo marcada por el trabajo en equipo y el privilegio de contar con la guía de profesionales experimentados. Desde la producción hasta la edición de sonido, Vetrano se rodeó de un equipo que le permitió llevar adelante su visión creativa y convertir las grabaciones caseras en un documental conmovedor y auténtico.
Fuente: Rolling Stone