Brasil.- Un fuerte temporal azotó el sureste de Brasil, dejando al menos nueve personas fallecidas, la mayoría en la zona serrana del estado de Rio de Janeiro.
En Petrópolis, una ciudad turística ubicada a unos 70 kilómetros de la capital del estado, se reportaron tres víctimas mortales debido al derrumbe de una vivienda.
El rescate milagroso de una niña, que estuvo soterrada durante 16 horas tras el derrumbe, conmovió a la comunidad. Su padre, quien la protegió con su propio cuerpo, fue encontrado sin vida.
Autoridades y voluntarios trabajaron incansablemente bajo la lluvia para rescatar a las personas atrapadas bajo los escombros.
El gobernador de Rio de Janeiro, Cláudio Castro, describió la situación en Petrópolis como "crítica", debido a las intensas lluvias y el desborde del río Quitandinha. Imágenes mostraron calles inundadas y el arrasamiento de parte del cementerio municipal.
En total, unas 90 personas fueron rescatadas y se habilitaron escuelas públicas como refugios temporales. Brigadas de apoyo federales se sumaron a los esfuerzos de rescate en las zonas afectadas.
En el histórico Petrópolis, las lluvias acumularon 270 milímetros en 24 horas, superando ampliamente la media histórica para todo el mes de marzo.
El Instituto Nacional de Meteorología advirtió sobre una tempestad "severa" en la región, con volúmenes de lluvia superiores a lo habitual.
El balance de víctimas fatales en el estado de Rio de Janeiro se elevó en las últimas horas, con reportes de muertes adicionales en otras localidades.
Las autoridades implementaron medidas preventivas, como asuetos administrativos, y la alerta se mantendrá vigente hasta el domingo en el sureste de Brasil.
Este fenómeno climático, causado por la llegada de un frente frío, afectó también a otras regiones del país. En Sao Paulo y Espírito Santo, se registraron inundaciones y daños materiales.
Especialistas vinculan estos eventos extremos con el cambio climático, que ha impactado de manera significativa a la población más vulnerable del país.