Quito.- La nación ecuatoriana se encuentra sumida en una crisis carcelaria sin precedentes, con el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI) reportando este sábado la liberación de 41 funcionarios, mientras 136 siguen siendo rehenes en cárceles tomadas por bandas vinculadas a la delincuencia organizada.
La noche del viernes, un enfrentamiento sangriento entre las fuerzas de seguridad y reos amotinados en una prisión en Guayaquil dejó como saldo un guardia penitenciario fallecido y otro herido.
El SNAI, en su comunicado, señaló que 24 agentes del Cuerpo de Seguridad y Vigilancia Penitenciaria (CSVP) y 17 empleados administrativos fueron liberados, pero 133 servidores del CSVP y tres administrativos permanecen cautivos.
Previo al informe del SNAI, las Fuerzas Armadas anunciaron la liberación de once funcionarios en Esmeraldas gracias a la mediación de las iglesias católica y evangélica. Sin embargo, la situación persiste, y la incertidumbre se cierne sobre el destino de los rehenes.
En diferentes cárceles del país, la violencia escaló a niveles alarmantes. En Machala, la madrugada del sábado, un enfrentamiento resultó en la trágica muerte del agente penitenciario Daniel Alejando Tinitana González, con otro herido.
En Cuenca, se evidenció la presencia de reos en los techos, detonaciones de armas de fuego y la intervención conjunta del CSVP, policías y soldados para restablecer el orden.
La ciudad andina de Loja no fue ajena al caos, con un valiente agente penitenciario logrando escapar de sus captores y solicitando ayuda militar.
Mientras tanto, las Fuerzas Armadas y la Policía, en coordinación con el SNAI y en respuesta al estado de excepción declarado por el presidente Daniel Noboa, realizan intervenciones para restaurar la normalidad en cárceles de diversas provincias.
Ecuador enfrenta una semana de motines carcelarios que han desencadenado violencia en las calles, incluyendo incendios de vehículos, alertas de explosivos, secuestros y asesinatos de policías, así como un ataque armado a un canal de televisión en Guayaquil.
La nación espera respuestas y acciones firmes por parte del gobierno para frenar esta espiral de caos que amenaza la seguridad y estabilidad del país.