“Pokemon Go”
EL “IMPERIO POKEMON”; MUCHO MÁS QUE DIBUJITOS
Las complicadas tramas de la historia de los pequeños engendros y sus adiestradores humanos se hizo “transmedia”, siendo exitoso en todas sus manifestaciones.
Cuando un producto audiovisual es exitoso, irremediablemente se convierte en “transmedia” Esto es, que sus imágenes, sus historias, sus personajes, pasan de un medio a otro hasta cubrir un amplio espectro. “Salen” del ámbito en el que nacieron, y se establecen en otros.
Abundan ejemplos, que se convirtieron en “franquicias” multimillonarias, y hasta se edificaron verdaderos imperios multimediáticos. Se crean películas, obras de teatro, comics, eventos, novelas, series. O bien todo parte de alguna de esas obras, y se reproduce en los otros géneros. Incluso, juegos de cartas.
De Japón para el mundo
Un ejemplo perfecto de lo que decimos es “POKEMON” (originalmente, un apocope de “Pocket Monsters”, Monstruos de bolsillo). Partió como videojuegos sencillos, en 1996, en Japón y con el apoyo del gigante Nintendo. Pero ante su éxito (ha llegado a ser el segundo videogame más vendido de la historia) en poco tiempo también se encontraba en forma de “manga” (historietas), series de “animé”, películas, ropa… y juegos de cartas.
Las complicadas tramas de la historia de los pequeños engendros y sus adiestradores humanos se hizo “transmedia”, siendo exitoso en todas sus manifestaciones. Incluso, llegó a ser una especie de adicción colectiva mundial en 2016, con el desarrollo de Realidad Aumentada “Pokemon Go”, a través de la empresa Niantic, pionera en aplicar esa disruptiva tecnología al entretenimiento. En el caso de los juegos de cartas, ha dado mucho para decir. No es como jugar algo más tradicional, por ejemplo, blackjack y juegos online. Tiene sus particularidades.
Pero más allá de la mecánica del juego, lo destacable es lo que producen las cartas de Pokemón como coleccionables de intercambio. Porque algunas de ellas se han cotizado en fortunas. Son las imágenes de la “estrella” de la historia (Pikachu), de su atribulado entrenador Ash y de las más de 800 especies de estos bichos ficticios (inspirados en animales e insectos reales) que se entrelazan en épicas batallas.
Precios de no creer
No son cartas que sirvan para jugar Póker, ni Bacará, ni blackjack y juegos online u offline. Pero igualmente garantizan diversión; y una abultada cuenta de banco.
Se usan en juegos propios de la franquicia, al estilo de los juegos de rol, que incluso tienen un campeonato mundial, pero también son objeto de coleccionismo que rápidamente deriva en especulación.
Por el momento, las tres más caras tienen las imágenes y nombres de: Blastoise Wizards de 1998: 360.000 dólares (solo habría dos en el mundo)
-Charizard 1° Edition Shadowless: Cómo todas las de las primeras ediciones, son las más caras; “apenas” unos 369.000 dólares.
-Pikachu Illustrator CoroCoro Comics Promo: Es lógico que las más carísimas de todas tenga la imagen del estelar Pikachu. Una de ellas se vendió en 375.000 dólares. Y otra en la inaudita cifra de ¡900.000 dólares!.
De modo que si vuelven a toparse con Pikachu y sus amigos (o rivales) no crean que son simples dibujos. Detrás de sus sus graciosos trazos se mueven fortunas.
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