Restricciones preocupan a expertos

Nuevo aeropuerto Jorge Chávez opera con fallas estructurales y operativas que ponen en riesgo vuelos internacionales

Solo parte de la pista está operativa, impidiendo despegues seguros hacia destinos intercontinentales desde Lima.

Limitada pista del nuevo Jorge Chávez afecta vuelos internacionales largos.

Callao.- Desde su reciente inauguración, el nuevo terminal del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez ha sido objeto de fuertes críticas debido a una serie de deficiencias técnicas y fallas operativas que comprometen no solo la eficiencia del servicio, sino también la seguridad aérea.

Una de las observaciones más serias recae sobre la pista de despegue y aterrizaje, que, en lugar de representar una mejora frente a la infraestructura anterior, ha generado un riesgo significativo para vuelos de largo alcance. El periodista Paolo Benza denunció que las aeronaves solo pueden utilizar 2.588 metros de los 3.500 metros disponibles, debido a la ausencia de una calle de rodaje que conecte el nuevo terminal con la cabecera norte de la pista antigua.

“No construyeron la vía esencial para acceder a toda la pista. Eso impide usarla por completo y limita las operaciones de aviones transoceánicos”, advirtió Benza. Según explicó, esta situación restringe el uso a aeronaves tipo Charlie, utilizadas principalmente en rutas regionales, dejando fuera a aviones que cubren trayectos hacia Europa o Estados Unidos.

Además, las pruebas operativas de esta infraestructura no se habrían realizado en condiciones controladas. Según Benza, los ensayos se efectuaron con el aeropuerto ya en funcionamiento, lo cual pone en duda la validez de dichos procedimientos. Técnicos de OSINERGMIN ya habrían advertido estas irregularidades semanas antes de la inauguración.

En paralelo, el gerente general de AETAI, Carlos Gutiérrez, detalló otros problemas ocurridos durante el inicio de operaciones. Entre ellos, destacó la implementación de nuevos filtros de seguridad tipo turbina, cuya aplicación generó largas colas, confusión y demoras, al no haberse realizado una adecuada socialización de la tecnología.

Otro punto crítico fue el área de Migraciones. Según Gutiérrez, el nuevo diseño reduce en un 20% la capacidad del flujo de pasajeros en las salidas internacionales. Esto podría ocasionar cuellos de botella graves durante la temporada alta. Como solución temporal, propuso el uso del aplicativo Migracheck, aunque advirtió que se trata de una medida paliativa.

La operación inicial también estuvo marcada por fallas logísticas. No se realizaron simulaciones con altos volúmenes de pasajeros, como se había recomendado. Esto derivó en retrasos con el abastecimiento de combustible, afectando la programación de varias aerolíneas. Además, la escasez de personal complicó la atención ante incidentes.

Una denuncia adicional reveló la presencia de una controladora aérea que anteriormente participó en un accidente aéreo. La situación generó alarma y llevó a exigir una investigación para esclarecer responsabilidades.

Por su parte, Indecopi, tras una fiscalización reciente, identificó cuatro fallas graves: deficiencias en el abastecimiento de combustible, cambios frecuentes en puertas de embarque, problemas con las fajas de equipaje y aglomeraciones peligrosas en los filtros de seguridad. Todos estos puntos fueron remitidos a las autoridades pertinentes para su pronta evaluación.

El nuevo Jorge Chávez, pese a su ampliación y modernización, enfrenta cuestionamientos que ponen en duda su preparación real para asumir el rol de principal hub internacional del país. Mientras tanto, gremios y usuarios exigen acciones inmediatas para corregir las fallas y garantizar una operación segura.

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