Retroceso ante fuerte presión

Ministerio revoca recorte en zona arqueológica de Líneas de Nasca

Gobierno elimina disposición tras críticas, salvaguardando valioso patrimonio ante potencial amenaza extractiva privada.

Líneas de Nasca recuperan protección total tras presión social y política

Ica.- El Ministerio de Cultura ha dado marcha atrás en su decisión de reducir el área protegida de las Líneas y Geoglifos de Nasca, sitio declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1994, luego de una intensa ola de críticas nacionales e internacionales. Mediante la Resolución Viceministerial N.° 000134-2025-VMPCIC/MC, publicada este domingo 8 de junio, se anuló el artículo que había modificado el plano perimétrico oficial, restaurando así los 5.633,47 km² aprobadas en 2004.

La resolución anterior, emitida el 28 de mayo, había reducido esa extensión a solo 3.235,94 km², lo que generó rechazo unánime por parte de la comunidad arqueológica, congresistas y organismos de defensa del patrimonio. Se denunciaron posibles intereses mineros tras la modificación, en especial en sectores del noreste del polígono, donde existen concesiones en trámite de formalización. La medida dejaba sin resguardo legal ni capacidad de fiscalización a una importante franja del territorio arqueológico.

El Colegio Profesional de Arqueólogos del Perú alertó que la reducción se realizó sin estudios técnicos ni arqueológicos previos, lo que comprometía áreas aún no exploradas y vulnerables a saqueos o destrucción. Además, acusaron a las autoridades responsables de incurrir en negligencia profesional, y pidieron su renuncia inmediata.

La decisión de revertir la polémica medida también responde al clima político. El ministro de Cultura, Fabricio Valencia, enfrenta actualmente tres mociones de interpelación en el Congreso. Legisladores exigen explicaciones por el intento de modificar el área protegida sin transparencia ni sustento legal suficiente, señalando que se violaron los principios establecidos en la Constitución y la Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación.

En paralelo, el 8 de junio también se produjo la designación de Víctor Reynoso Lezano como nuevo director de Concesiones Mineras en el INGEMMET, organismo clave en la regulación de actividades extractivas, lo que ha sido interpretado por algunos sectores como parte de un intento más amplio de reconfigurar el mapa minero en zonas de alto valor cultural.

La nueva resolución ordena también la reactivación del Plan de Gestión para el Territorio de Nasca y Palpa, el cual debe ser actualizado en un plazo máximo de 10 días. Este instrumento de planificación, aprobado en 2015, establece que toda medida sobre la reserva debe contar con participación de autoridades locales, poblaciones afectadas, organismos internacionales y académicos especializados.

Además, se oficializa la creación de la Unidad Ejecutora Nasca, un órgano encargado de administrar de forma sostenible el patrimonio de la región. Esta entidad incluirá representación de los gobiernos locales y regionales, colegios profesionales, ciudadanía organizada, y figuras del ámbito cultural nacional.

Aunque la marcha atrás ha sido recibida como una victoria por sectores defensores del patrimonio, la comunidad científica mantiene su cautela. El proceso de interpelación continúa, mientras se exige transparencia, rendición de cuentas y una auditoría técnica sobre los funcionarios que impulsaron la resolución inicial. El caso de Nasca expone las tensiones entre desarrollo económico, intereses privados y la necesidad urgente de proteger el legado cultural del país.