Estaba planificado
Crimen familiar en Los Olivos: la carta de la mamá que explica los motivos de horrendo asesinato y suicidio
Misiva revela que Ludith Puerta Aguilar padecía enfermedad incurable y José Luis López Nuncevay, su esposo, tenía los días contados en libertad. El sobre de la carta contenía también la llave de la casa.
Los Olivos.- La conmoción no termina para los vecinos del distrito de Los Olivos, luego de ser testigos de macabro crimen, el pasado lunes 10 de marzo, cuando encontraron a los esposos Ludith Puerta Aguilar (39) y José Luis López Nuncevay (46) y sus dos hijos (6) muertos. Ahora sale a la luz una carta donde se detallan las razones por las que la pareja habría decidido acabar con sus vidas
Al día siguiente del espeluznante hallazgo, según El Comercio, la necropsia apuntaba que la causa de muerte de la familia evidenciaba disparos en el cuerpo. Los demás diarios replicaron que tal vez se trataba de un ajuste de cuentas, restando importancia al envenenamiento de los mellizos.
Sin embargo, la carta que el expolicía José López le dejó a una vecina el sábado 8 de marzo por la mañana daría nuevas luces a este inaudito suceso
La vecina confesó que el exagente le había encargado ese sobre para que se lo entregara al hermano de Ludith, Anderson Puerta, la noche de ese sábado. Por una decisión que solo la pareja de esposos conocía, Ludith avisó a su vecina que mejor se lo entregase el día lunes.
El domingo 9 la familia no fue vista por nadie durante todo el día.
El día que se fue una familia entera
El lunes 10 de marzo la movilidad escolar se cansó de esperar a los mellizos y siguió de largo. La empleada llegó al domicilio y no recibió respuesta al tocar el timbre reiteradamente. En ese momento la empleada se puso en contacto con Anderson Puerta, tío de los mellizos. Él, acudió al lugar y recibió el sobre que José López dejó con la vecina.
Dentro del sobre se halló una carta escrita a puño y letra con lapicero azul, una tarjeta bancaria y la llave del departamento de cuatro pisos.
Según el semanario Hildebrandt en sus trece, la carta decía:
“Hermanito: Perdóname, pero ya no teníamos otra salida. Mi salud está muy deteriorada, pero yo quería luchar y hacer todo lo que fuera necesario, pero luego que recibimos la noticia que le reconfirmaron [la sentencia] a José se nos vino la oscuridad más tenebrosa, porque si me pasa algo a mí, sé que mis bebés quedarán huérfanos y ni imaginar lo que sufrirían. Sé que no me entiendes y sabemos que no somos nadie para apagar la luz de nadie, pero no tienes idea el dolor que esto acarrea. Es tanta la desesperación que no encontramos otra salida”.
Ludith Puerta, que era abogada, estaba tirada con su esposo y sus hijos sobre un colchón en el consultorio dental que José López administraba.
Las ventanas estaban tapadas con unas colchonetas. Uno de los niños tenía una estampita del Señor de los Milagros en las manos y su hermano, un rosario.
Qué dicen las pericias de la Policía
Las pesquisas indican que los esposos López-Puerta envenenaron a sus hijos. Cuando estuvieron muertos los acomodaron en el colchón, y les añadieron los objetos religiosos. Ludith, según las pruebas de pólvora en sus manos, no habría tocado el arma, solo esperado que su esposo la acribillara. Al final, José López se quitaría la vida. Al lado de él se encontró el arma.
Eran muy católicos
El matrimonio López-Puerta se produjo el 2013 y se consolidó cinco años después cuando nacieron sus hijos, un par de mellizos que eran monaguillos en la parroquia que está cerca de la casa. La pareja de esposos solía frecuentar con asiduidad el centro religioso. “Eran muy apegados a la religión católica”, asegura un familiar.
Después de la prisión preventiva (por el caso de tocamientos indebidos a una menor en su consultorio) a la que fue sometido José López, detalla el familiar, él ya no era el mismo. “Luego que dejó la prisión ya no quería hablar con nadie. Se aisló. Estaba pasando un tema depresivo. Pasó por tratamientos con un psiquiatra y un neurólogo”, dice.
El sábado 7 de marzo se confirmó la sentencia en segunda instancia de 13 años de prisión contra José Luis López Nuncevay, día en que él mismo le entregó la carta a su vecina. Ludith Puerta, abogada, enferma, se dispuso a escribir la misiva.
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