Opiniones

Operativo Patriota: La verdad absoluta del "éxito" vs la realidad

Por Jaime Antezana Rivera

¿Puede ser exitosa una operación militar por la documentación, armas (entre fusiles en buen estado y de segunda) y laptops obtenidos o por las bajas y heridos que ha provocado, pero no puede probar ni física ni virtualmente? Definitivamente, no. En cualquier parte del mundo tiene un nombre: fracaso.

Eso, sin embargo, no ocurre en Perú. Acá todo lo que informan los altos mandos de las FFAA es la verdad. Es la única verdad. No importa que no puedan probarlo. Es la verdad absoluta. No importa que todos los operativos precedentes de ese tipo hayan fracasado.

Esa verdad única y absoluta es difundida por los noticieros y programas dominicales de la casi totalidad de medios de comunicación. Lo único que hacen las unidades de investigación de los medios es darle retoques con fotos de las laptops y uno que otro énfasis a esa verdad absoluta.

El enorme poder mediático y los operadores al servicio de las FFAA han vertido esa verdad en la psique colectiva. El objetivo: que la mayoría nacional crea que el operativo "Patriota" fue un éxito porque hirió en el "corazón" a Víctor Quispe Palomino, alias "José". Asimismo, siempre según los militares, habrían provocado entre 10 a 15 bajas en el "senderismo" congelado por las FFAA y el fujimorismo.

¿Cuál es el objetivo subyacente de esa verdad absoluta que no tiene ni requiere corroboración empírica o factual? Volver a colocar al "terrorismo" o "sendero luminoso", que son utilizados como sinónimos absolutos, como el gran problema de seguridad del Vraem. Y, de esa manera, asegurar la presencia y control total de esta zona por las FFAA, que tiene él encargó hace 14 años en desarticular al grupo armado del clan Quispe Palomino.

¿Y el narcotráfico en el Vraem? Prácticamente no existe. El problema es el terrorismo o los remanentes terroristas. La producción de más de 30 mil hectáreas de coca y más de 350 toneladas de cocaína han sido borradas de un plumazo. No es el problema principal. Todo el problema se reduce a "José" y sus huestes agrandados como chicle.

Sin embargo, ninguna verdad puede contra los hechos, contra la realidad. ¿Qué indican los hechos? La inexistencia de pruebas y evidencias que "José" haya sido herido en el "corazón". Ni siquiera, como ocurrió con "Antonio" (2015), el "Alipio" de hoy, han mostrado su chaleco o ropa con sangre. Lo que pasa es que no hay rastros de sangre de "José" en las zonas bombardeadas. Solo tienen fotografías sacadas de las laptops.

Tampoco han presentado ninguna prueba o evidencia para afirmar muy sueltos de huesos que habrían abatido entre 10 a 15 de las huestes de "José". O, como también señaló el jefe del Comando Conjunto de las FFAA, que están seguros que tres sí fueron abatidos por la acción de los soldados. Más parece que con ese dato buscan "superar", con palabras, el número de bajas reales que sufrió las FFAA.

En suma, no existe nada como probar la "verdad" construida con palabras en el papel y proyectadas por las pantallas de Tv. Ni ropas ni chalecos ni rastros de sangre de "José", ni de los 10 a 15 presuntos abatidos, ni de los tres que están seguros. Se trata de una verdad virtual, etérea, sin facticidad y que choca con la realidad: los tres militares heridos y los dos abatidos.

¿Qué dicen las fuentes de campo, es decir, por fuera de la verdad absoluta de los militares? Una de ellas señaló: " 'José' no fue herido. Está sano". La segunda fuente consultada indicó: "No llegó al punto dónde iba a llegar. Es difícil afirmar que este herido. Pero si se llevó un gran susto".

Hay, pues, otra verdad que proviene de campo, de la realidad. Son versiones que cuestionan la verdad absoluta de los militares y el establisment mediático que lo despliega. En los próximos días y semanas, veremos cuál de estas dos verdades prevalece. No puede haber dos verdades sobre un mismo hecho.

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