Fuga de videojuegos

Midori desenmascarado como el desprestigiado MysticDistance

MysticDistance, ahora expuesto, mantiene la validez de sus filtraciones, prometiendo futuras revelaciones; sin embargo, el daño está hecho

La escena de filtraciones de videojuegos es famosa por su drama, y el último capítulo es de locos. Midori, una popular cuenta de Twitter que surgió antes del Summer Game Fest y el E3 2024, ha sido expuesta como una persona inventada, obra de un filtrador previamente desprestigiado conocido como MysticDistance.

Midori ganó seguidores leales filtrando información precisa, incluidos detalles sobre el DLC Persona 5 Tactica, el DLC "The Answer" de Persona 3 Remake y un juego de fiesta Battle Royale de Sonic. También se aventuraron en territorio más audaz, afirmando que Kingdom Hearts 4 estaba a años de distancia (a pesar de que Geoff Keighley confirmó su ausencia en el Summer Game Fest) y filtrando nombres clave para proyectos secretos de Nintendo.

Sin embargo, el personaje de Midori iba más allá de las filtraciones. Cultivaron una identidad ficticia como una filtradora japonesa que interactúa con una audiencia estadounidense principalmente masculina. Esta relación parasocial involucraba comunicación en inglés deficiente, un servidor de Discord y afirmaciones de tener novio. El acto fue elaborado, incluso incluyó anuncios de dejar la escena de las filtraciones debido a "conspiraciones", convenientemente programados en torno a predicciones incorrectas.

El castillo de naipes se derrumbó cuando un documento anónimo expuso a Midori como MysticDistance, un filtrador blanco de Persona con una reputación empañada. Las acusaciones volaron, y los fanáticos criticaron los matices racistas del personaje inventado.

MysticDistance se defendió, afirmando que la persona de Midori, aunque no era una persona real, tenía como objetivo representar a "una persona real" de una "manera extraña". Negaron haber manipulado a nadie o usado información antigua, insistiendo en que la nueva cuenta los liberó para abrazar la cultura de los fanáticos de Sega y Atlus.

Este incidente pone de relieve el estado cada vez más caótico de las filtraciones de videojuegos. Con las empresas que ejercen un control más estricto sobre los anuncios y los fanáticos desesperados por información, los filtradores aprovechan la brecha, a menudo con métodos cuestionables. Midori, o más bien MysticDistance, puede que no sea el último en quemarse por su sed de influencia, especialmente porque la línea entre las filtraciones genuinas y las fabricaciones elaboradas sigue difuminándose.

Fuente: Kotaku


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